miércoles, 8 de abril de 2009

CHOCOLATE VERDE

Un equipo de científicos españoles ha creado un chocolate verde que quita el apetito al instante.

La novedad es una mezcla de cacao, jojoba y espirulina (un alga) que, según sus creadores, produce en el organismo de manera natural una sensación de saciedad después de consumir apenas uno ó dos bombones de 15 gramos cada uno, recogió hoy la BBC.






Si quieres puedes escuchar una canción de Beyoncé mientras lees este artículo.


El resultado final, que ha contado con la aprobación del Instituto Tecnológico Agroalimentario de España, es una combinación bioquímica que incentiva la producción de fenilalanina, un aminoácido presente en el cerebro que activa a los neurotransmisores como la colecistocinina (CKK, por sus siglas en inglés).

La CKK, una hormona gastrointestinal, estimula segregación de enzimas y envía mensajes al cerebro y al aparato digestivo para avisar que el cuerpo ya está saciado, cortando de esta manera el apetito.

El profesor de Química de la Universidad de Alicante y uno de los creadores del nuevo producto, Armando Yañez, afirmó que este chocolate es "tan simple y sabroso como cualquier bombón, con la diferencia de que ayuda al organismo a saber cuándo detenerse. Con él, se acabo la gula", concluyó.

Los bombones para contrarrestar el apetito han salido al mercado español esta Semana Santa en tres sabores diferentes: chocolate con leche, chocolate amargo y chacolate praliné con almendras. "Pero les garantizo que es sabroso y que tiene el sabor y el aroma habitual del chocolate", concluyó el experto.

sábado, 4 de abril de 2009

El azúcar


¿Es cierto que el azúcar hace a los niños hiperactivos?

Muchos padres tienen la creencia popular de que el azúcar de los dulces, de los chocolates o de cualquier otro alimento vuelve hiperactivos a los niños, ¿será esto cierto?
Por supuesto que no.

Esta creencia es totalmente falsa. Cierta doctora explicó que hay por lo menos 12 estudios controlados que analizaron cómo los niños reaccionan a una dieta que contiene distintos niveles de azúcar.

El resultado es que ninguno de estos estudios, ni siquiera los que analizan específicamente a niños con el trastorno de déficit de atención por hiperactividad (TDAH), lograron detectar ninguna diferencia entre el comportamiento de niños que habían consumido azúcar y el de los que no la comieron.
Ni siquiera en estudios de niños que eran considerados ’sensibles’ al azúcar, se encontró una diferencia en el comportamiento tras consumir alimentos libres de azúcar y alimentos con azúcar.
Los científicos subrayan que esto no significa que el azúcar sea buena para los niños, lo que dicen los estudios es que el azúcar no los hace hiperactivos.

Así pues, hay muchas buenas razones por las que los padres deben restringir el consumo de azúcar en los niños, principalmente el riesgo de obesidad, diabetes y caries dentales.

El chocolate mejora habilidades numéricas


Lon­dres, un equi­po de in­ves­ti­ga­do­res ha des­cu­bier­to que co­mer cho­co­la­te me­jo­ra las ha­bi­li­da­des nu­mé­ri­cas de los es­tu­dian­tes y evi­ta que és­tos se sien­tan can­sa­dos tras una jor­na­da de tra­ba­jo.

El es­tu­dio, lle­va­do a ca­bo por la Uni­ver­si­dad de Nort­hum­bria (Rei­no Uni­do) y pre­sen­ta­do en la con­fe­ren­cia anual de la Aso­cia­ción Bri­tá­ni­ca de Psi­co­lo­gía, re­ve­la que las pro­pie­da­des de los fla­vo­noi­des pre­sen­tes en el cho­co­la­te me­jo­ran la ac­ti­vi­dad in­te­lec­tual de los su­je­tos y re­du­cen el can­san­cio tras una jor­na­da de es­tu­dio.

Las pro­pie­da­des be­ne­fi­cio­sas de los fla­vo­noi­des apli­ca­das al es­tu­dio se ba­san en la ca­pa­ci­dad que tie­nen es­tos com­pues­tos quí­mi­cos de in­cre­men­tar el flu­jo san­guí­neo en el ce­re­bro.

Pa­ra lle­var a ca­bo el ex­pe­ri­men­to, los in­ves­ti­ga­do­res re­clu­ta­ron a 30 in­di­vi­duos, a los que se les pi­dió que con­ta­ran ha­cia atrás de tres en tres co­men­zan­do des­de un nú­me­ro alea­to­rio si­tua­do en­tre 800 y 999.

Des­pués, los su­je­tos to­ma­ron un cho­co­la­te ca­lien­te y vol­vie­ron a re­pe­tir la prue­ba y ha­cían los cál­cu­los mu­cho más rá­pi­do y me­nos can­sa­dos.